Normalizar la lactancia en todos los ámbitos no es tarea fácil y muchas mujeres ven limitado su libre derecho a amamantar en espacios públicos.
Históricamente han sido expulsadas de parques y centros comerciales, se les ha prohibido la entrada en diversos actos, no se les ha permitido amamantar o llevar leche materna extraída a las guarderias y, en los últimos años, las noticias en la prensa de mujeres a las que se les ha llamado la atención por amamantar en las piscinas ha sido recurrente.
Las mujeres deben poder ejercer su derecho de lactancia como una práctica biológica y natural de una madre con su bebé, el alimento de los niños lactantes no debe condicionarse al espacio en el que se encuentre la mujer, ni mucho menos menospreciarse o limitarse.
Es imperativo que se desarrollen leyes o normativas que impidan que se le limite, incomode, prohíba, restrinja o se ofenda a toda mujer al momento de ejercer su libre derecho a la lactancia en cualquier espacio con acceso al público o en el cual se encuentre por su pleno derecho para asistir al mismo.
Desde ALBA deseamos que este año 2022 ninguna mujer vuelva a sufrir discriminación por amamantar.