La subida de la leche

La subida de la leche NO está causada por leche retenida en los pechos, sino que consiste en un aumento importante de la vascularización de las mamas, o sea un edema vascular, lo que ocasiona que las mamas estén durante unos tres días calientes, aumentadas de tamaño y algo endurecidas.

Esto sucede alrededor del tercer día de vida del bebé. Si a esta inflamación se suma que se va produciendo leche y, por algún motivo, no se drena eficazmente, sucede una ingurgitación patológica o plétora: pechos piedra. El dolor es importante y la areola está tan tensa que el bebé no se puede agarrar bien.

La mayoría de ingurgitaciones patológicas se pueden prevenir con un inicio precoz de la lactancia materna tras el parto y cumpliendo los tres puntos básicos de la lactancia:

  1. Lactancia frecuente y sin restricciones.
  2. No interferencias como chupetes o biberones.
  3. Posición adecuada con agarre eficaz.

Cumplir estos puntos también nos asegura que mientras llega la subida de la leche nuestro bebé tiene suficiente con el calostro que segregamos.

No aplicar calor antes de las tomas

Ya que el calor vasodilata y aumenta el edema vascular y empeorando el cuadro.

Precaución si se aplica frío antes o después de las tomas

Aplicar frío puede ser una forma eficaz de bajar la inflamación del pecho, pero también puede hacer que se contraigan los conductos y la leche fluya peor o puede provocar isquemia dolorosa en el pezón (falta de riego sanguíneo), por lo que es mejor aplicarlo evitando el pezón y la areola.

Técnica del drenaje linfático (o presión inversa suavizante)

Esta técnica es el mejor consejo que se le puede dar a una madre en esta situación.

drenaje linfatico

Consiste en un drenaje linfático con los dedos colocados rodeando el pezón tal como indica la imagen y presionando hacia la espalda durante unos tres minutos. Al hacerlo probablemente comenzará a fluir leche, pero ese no es el objetivo. El objetivo es que la areola quedará totalmente blanda y el bebé será capaz entonces de mamar perfectamente y drenar la mama. Realizar antes de cada toma y siempre que tengamos la areola tan dura que no podamos hundir el dedo.

Las Hojas de Col

Está científicamente demostrado que la aplicación de hojas de col sobre el pecho ayuda a desinflamar las mamas. Usaremos las hojas y previamente romperemos los nervios haciendo rodar por encima una botella de vidrio, por ejemplo. Se aplican tal cual sobre las mamas, con el sostén encima. Tienen unas sustancias taninas que absorben el exceso de calor y desinflaman. Al cabo de un rato la madre puede retirar las hojas que habrán quedado como cocidas y el pecho estará mucho mejor.

Puedes extraerte leche

Pero solo en caso de que el bebé no esté mamando eficazmente y tengas los pechos muy cargados, lo justo para aliviarte, pero ten en cuenta que sacarse la leche es una hiperestimulación y aumenta la producción por encima de las necesidades del bebé, lo cual puede empeorar la ingurgitación, lo que no conviene.

No la tires ¡el calostro es oro puro!, guárdalo en la nevera para tu bebé y dáselo tras las tomas, por ejemplo, con una cuchara.

Puede ser normal tener algo de fiebre, menos de 38ºC, y también es normal que, mientras dure la subida de la leche, tengas los pechos blandos tras las tomas pero a los pocos minutos vuelvan a estar duros. Si tienes dolor y febrícula puedes consultar con tu médico para que te paute un antiinflamatorio. La mayoría son compatibles con la lactancia materna.

Un recurso serio y eficaz para consultar la compatibilidad de cualquier medicamento con la lactancia materna es a través de la web de los pediatras de APILAM.

En todo caso recuerda que el proceso dura unos tres días y luego todo vuelve a la normalidad, volverás a tener los pechos blandos y solo se endurecerán si pasan más horas de lo habitual en amamantar a tu bebé.

 

Artículo redactado por Inma Marcos. Asesora de Lactancia de ALBA. Comadrona. IBCLC.
Revisado por Eulàlia Torras. Asesora de Lactancia de ALBA.