La vivencia de Teresa

Escribo estas líneas para agradecer el apoyo del grupo de lactancia ALBA de Sant Andreu y en especial a Inma Marcos, sin la cual hubiera tirado la toalla y habría empezado a alimentar a mi hijo con leche artificial.

Sergio nació el 4 de mayo de 2009 a las 12:55h, tras toda una noche de contracciones que aguanté en mi casa con mi marido y mi hija Claudia.

Claudia nació en 2006 por cesarea, y deseaba con todas mis fuerzas poder parir a mi hijo, no podía perderme esa experiencia, y lo conseguí, Sergio vino al mundo por parto vaginal, y sin episotomia a pesar de ser “primeriza”. Me lo puse al pecho en la misma sala de partos, y aunque después se lo llevaron para vestirlo, enseguida me lo trajeron a la habitación, y seguimos con el trabajo que nos habían interrumpido, yo estaba que no cabía en mi de felicidad.

Todo parecía ir bien, Sergio succionaba con mucha fuerza, y el primer día iba durmiendo y mamando, el segundo día mamó más que durmió, casi se tiró toda la noche mamando, y así hasta que nos fuimos a casa el tercer día, yo pensé que era normal que tenía que mamar mucho para aumentar la producción de leche, ley de oferta y demanda, cada vez que lloraba me lo ponía al pecho, y podía estar 3 horas perfectamente, con lo que yo cada vez estaba más agotada, no podía ni darme una ducha sin escuchar su llanto de hambre, a lo mejor eran 20 minutos como mucho lo que aguantaba.

El problema apareció cuando Sergio cumplió 2 semanas, empecé a notar un dolor muy fuerte en los pezones cada vez que me lo ponía al pecho, me faltaba un trozo de pezón en el pecho derecho y parecía que me estaban clavando agujas entre toma y toma, aquello no era normal, cuando lloraba por hambre me ponía muy nerviosa, no podía creer lo que me estaba pasando.

La madre de una amiga de Claudia me dijo que me pusiera en contacto con ALBA, a ella le ayudaron mucho pues tenía problemas de postura que le habían provocado grietas, no lo dudé, a la semana siguiente me fui con mi niño a centro cívico de Sant Andreu, donde nada más llegar conocí a Inma, vió a Sergio y enseguida supo cual era el problema: frenillo submucoso! Me dijo: “ Vete a algún cirujano que se lo corten ya!” y así lo hice, a la semana siguiente mi hijo ya no tenía frenillo de debajo de la lengua. Además me hicieron un cultivo de la leche y salió fatal tenía cientos de miles de colonias de bacterias en cada pecho ( de todas las chicas a las que le habían hecho el cultivo era la que más tenia), con razón veía las estrellas y lo que tenía que ser algo hermoso se había convertido en un suplicio con lagrimas nocturnas incluidas.

Tras ponerme en contacto con Paco Uvera, médico de Valencia, al que también quiero agradecer su amabilidad y ayuda, pues de una manera totalmente altruista atendió mis llamadas de teléfono, le hice llegar los resultados del cultivo, y me recetó un antibiótico que tuve que tomar durante 4 semanas, pues el dolor seguía a pesar de la operación de Sergio, no podía tener a mi hijo al pecho todo el rato que demandaba, no aguantaba el dolor, por lo que empezamos a dar un suplemento, después de cada toma. (Estaba tan solo 10 min en cada pecho para no dejar de producir leche, y se quedaba con hambre).

Pero al cabo de 4 semanas la cosa cambió radicalmente, cada vez me dolía menos y notaba como Sergio mamaba mucho mejor, con el apoyo de Inma logré eliminar el suplemento de leche artificial, cada día le daba un poco menos, y aunque tardé más de un mes al final lo logré, nos fuimos de vacaciones sin biberones, y la cosa funcionó de maravilla.

Sergio ya tiene 6 meses, es un niño muy expresivo, alegre, y muy fuerte, yo he vuelto a trabajar (media jornada) y sigue mamando, ahora es todo un experto, y yo disfruto más que él alimentándolo, eso sí, tiene teta cuando quiere. Ahora empezaremos con la alimentación complementaria, otro reto más, aunque creo que no vamos a tener ningún problema…

MUCHAS GRACIAS!